“Fuimos a su casa, la invadimos y les marcamos 5”

Ganar al eterno rival siempre es especial. Conquistar su casa lo es aún más. Hacerlo como ese 17 de febrero de 1974...Será recordado para siempre. La noche de aquel domingo frío en Madrid se disputaba el clásico en la 22ª jornada de Liga con un Barça intratable en la primera posición, liderado por un holandés delgado y de piernas largas. Todo lo contrario de un Real Madrid que navegaba entre la nada, situado en la séptima plaza de una Liga donde acabó octavo. Ni todos los focos que apuntaban al terreno de juego evitaron que el estadio Santiago Bernabéu quedase congelado a golpe de goles hasta el 0-5 definitivo, con las anotaciones de Juan M. Asensi (2), Johan Cruyff, Juan Carlos y Cholo Sotil, que forjaba un resultado para la historia.

El prepartido: Sadurní lesionado, debuta Mora

Durante la temporada 1973-1974, Salvador Sadurní era el guardameta titular del Barça. Su suplente era Pere Valentí Mora, actual directivo de la Agrupación de Jugadores. Era un perfil joven y con mucha proyección que había salido del Club para hacerse un nombre en primera división. Ese año, volvía a casa para conseguir su sueño, pero él explica como “sufrí una lesión muy grave en la pretemporada, justo cuando quería disputar la titularidad con Sadurní”.

Ya recuperado, aún no había disputado ningún partido oficial. Como cada jornada que jugaban fuera, ambos dormían en la misma habitación la noche antes del encuentro. A la mañana siguiente, Rinus Mitchells entró para preguntar a Sadurni cómo se encontraba. Él respondió que no, que le seguía haciendo mucho daño el codo y que no se encontraba en condiciones de jugar.

“¡Eh, Sadurní! ¿Me lo podrías haber dicho, no?” fue lo primero que articuló Mora. Debutaría con el primer equipo del FC Barcelona ante el Real Madrid en el Bernabéu. Estaba “nervioso porque siempre está. El jugador que no está nervioso antes de un partido, no juega bien” pero asegura que “no tenía miedo. Ya había jugado partidos importantes. [...] ¿Cómo una persona que se queja por qué no dan una oportunidad se echa atrás cuando le sacan al campo?”.

La confianza de sus compañeros era plena: "Valoraban mis cualidades", dice Mora. Compañeros como Juan Manuel Asensi, presidente de la Agrupación de Jugadores y entonces uno de los jugadores más destacados de ese equipo. Él recuerda el titular que resonaba en el vestuario: “Si ganamos aquí, la Liga es nuestra”. Las matemáticas no lo aseguraban pero, si ganaban, daban un golpe sobre la mesa.

El partido: un resultado para la historia

Los primeros 20 minutos fueron de dominio blanco con dos ocasiones de gol que, por suerte para el debutante, desaprovecharon. A la media hora, un centro raso de Marcial desde la derecha encontraba a un desmarcado Asensi que describe como “con la derecha, con la tonta, marqué a García Remón”. Poco después Cruyff, tras asistencia de Sotil, se deshizo de hasta tres defensores para marcar el 0-2 con el que se llegaba al descanso.

Mora recuerda como “con un 0-2 al descanso ante el Real Madrid sabíamos que no podíamos confiarnos. Tras la pausa, volvimos valientes y fuertes”. Tan sólo habían transcurrido 8 minutos cuando Asensi marcó su segundo gol de la noche. El capitán Juan Carlos conectó un derechazo que clavó en la escuadra y Sotil de cabeza, gracias a un centro de falta de Cruyff, redondeó una noche mágica.

El post: se ganó más que un clásico

“Después del partido... A mí me sorprendió. – recuerda Asensi – Pensé que lo habíamos hecho bien, porque este público no estaba acostumbrado a aplaudir al Barça”. Para Mora ese resultado traspasó el fútbol: “los que éramos de casa sabíamos qué se sentía en ese partido. Se magnificó todo porque, si te paras a pensar, ha habido otros resultados espectaculares del Barça que no han tenido ese valor. Este valor era el de una España donde el dictador agonizaba, donde el Madrid siempre ganaba todo y donde nosotros siempre teníamos potencial, pero por una cosa u otra nunca conseguíamos nada”.

Asensi resume el sentimiento que generó aquella victoria: “Nuestra gente nos recibió como si fuéramos héroes [...] Fuimos a su casa, la invadimos y les marcamos 5. Y eso al público catalán y barcelonista les alegró mucho”.