La formación personal antes que la futbolística

La formación personal antes que la futbolística

Este domingo, 20 de octubre, se celebra el 40 aniversario de los primeros residentes que entraron en la Masia

El FC Barcelona celebra este próximo domingo 20 de octubre el aniversario de la Masia, uno de los edificios más emblemáticos del Club y que ha conseguido ser referencia mundial en relación al fútbol formativo. 

Corría el año 1979 cuando el FC Barcelona decidió emprender la aventura de construir un edificio residencial para jugadores de todo el mundo, prácticamente nada igual había acontecido hasta el momento, una revolución metodológica y filosófica llegó al Barcelona para hacer del Club una entidad diferencial en cuanto a formación se refiere. 

 “Hace 40 años de la creación de la Masia, debemos situarnos en ese espacio- tiempo para ver que muy pocos clubes apostaban por un modelo de este tipo. Con la creación de este edificio, cualquier club se abría las puertas a una cierta internacionalización y con una expansión en su propio país. Es posible que el FC Barcelona haya sido uno de los pioneros en este tipo de estrategia” aseguraba Guillermo Amor, actual miembro de la junta directiva del FC Barcelona y uno de los primeros jugadores que formó parte del mundo Masia o Oscar Lausin, exjugador,  quien aseguró que el Barça consiguió gracias a la Masía ser un espejo para otros clubes y para el mundo del deporte en general”. 

La historia cuenta que la Masia no solo fue un edificio que marcó un punto de inflexión en cuanto a la internacionalización del Club sino que, también, arraigó una filosofía muy personal que encaminó el desarrollo del Barcelona. En la residencia no solo se formaba a jugadores de fútbol, se formaban a personas. De hecho,Esteve Fradera, jugador que formó parte de la primera hornada de niños de la Masia, explica que la metodología implementada en el edificio culé priorizaba la importancia de la formación personal antes que la formación futbolística, por eso todos los niños que salían de ahí fuesen o no profesionales del fútbol tenían un sentido del esfuerzo y de la vida muy marcado, cosa que determinaba al menos un éxito en el desarrollo personal de cada uno de ellos.  

En los primeros 30 años de vida de la Masia llegaron a pasar más de 500 niños con el sueño de convertirse en jugadores de élite, dejando atrás a sus familias y emprendiendo un nuevo camino para cumplir su sueño. Los datos muestran que el 85% de los niños que ingresaban en la Masia provenían de otros equipos de fútbol alejadaos de Barcelona por lo que, dejar atrás la familia era quizás el peaje que pagaban los jugadores para persistir en su meta. “El camino de dejar atrás todo lo que tú eres, tu entorno, tus amigos, tu familia no es nada fácil sobre todo en aquellos tiempos donde el contacto no era como ahora, la suerte era que el ambiente era excelente” comenta Jordi Vinyals, exjugador blaugrana que ingresó en la Masia cuando formaba parte de las filas del Juvenil azulgrana.

Força Barça
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