Contratiempos, noticias inesperadas y una boda antes de Wembley 92

Contratiempos, noticias inesperadas y una boda antes de Wembley 92

Volvemos al pasado para recordar las anécdotas que rodearon al Barça los días antes de la final de Wembley 98

La actualidad del FC Barcelona estuvo bastante agitada los días antes a la final de Wembley 92. El equipo de Johan Cruyff estaba tercero en la Liga una semana antes de que se jugara el partido ante la Sampdòria. Real Madrid y Atlético de Madrid ocupaban, respectivamente, la primera y segunda plaza de la clasificación. El derbi madrileño permitió al Barça marcharse a Londres como segundo clasificado, puesto que los blancos se impusieron por 3-2 en el Santiago Bernabéu. A la Liga solo le quedaban tres jornadas. El Barça necesitaba que el Madrid se dejara puntos ante el Osasuna, Valencia o Tenerife para proclamarse campeón. Sobre el césped del Camp Nou y escuchando por radio la retransmisión del Tenerife- Real Madrid, los blaugrana ganaron la liga tres semanas después.

También hubo tiempo para que el Barça se fuera de boda. La hija mayor del técnico holandés, Chantal Cruyff, y el tercer portero del FC Barcelona de entonces, Jesús Angoy, se comprometieron en matrimonio días antes de la final. La boda fue a las 6 de la tarde en la iglesia Santa Maria Reina de Pedralbes y algunos jugadores del primer equipo presenciaron la ceremonia. La luna de miel, sin embargo, tuvo que esperar a que la Liga se acabara y la final de la Copa de Europa se disputara.

Asimismo, se produjeron noticias inesperadas. El presidente Nuñez anunció su marcha del FC Barcelona horas antes de que el equipo cogiera el avión para viajar a Wembley. Nuñez declaró en una entrevista a Gol a Gol que no se presentaría a la reelección pasara lo que pasara en la final: “Hace 14 años que estoy en el cargo y dejaré de ser presidente del Barça el 30 de junio de 1993”, comentó el expresidente durante el programa deportivo.

La primera curiosidad de la final se sabría poco después: la competición obligó al Barça a jugar el partido con el segundo equipaje aunque era el local. Los culés tuvieron que vestir la camiseta naranja que la firma catalana Meyba diseñó por petición expresa de Cruyff. Hasta entonces no había traído mucha suerte. El Barça había utilizado este equipaje en dos partidos y había perdido ambos: ante el Rostock (1-0) y el Kaiserlautern (3-0)

Cruyff tuvo que gestionar también algunos contratiempos de última hora. Albert Ferrer fue duda hasta el último momento para jugar la final, ya que el lateral derecho sufría una gastroenteritis. Un día antes del partido, el doctor Fernando Baños expresó su preocupación: “La alta temperatura que hay en Londres favorece la deshidratación y esto complica la recuperación en tan poco tiempo”. Ferrer se esperaba lo peor: “Sería muy triste perderme la final después de todos los sacrificios que he hecho para llegar hasta aquí”. Finalmente, el defensa estuvo disponible y jugó los 120 minutos de la final.

Alexanco, en cambio, jugó los últimos 7. El central vasco salió al campo en el minuto 113 para amarrar la victoria. La noche anterior había cumplido 36 años. El regalo más esperado lo levantó con sus manos un par de minutos después.

 

Força Barça
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