"Salir al Camp Nou es indescriptible, es una alegría inmensa"

El exjugador del Barça, Marcos Alonso, responde al cuestionario ONCE TITULAR

Marcos Alonso Peña (Santander, 1 de octubre de 1959) llegó al FC Barcelona en el 1982, después de debutar en el Racing de Santander y de jugar durante tres temporadas en el Atlético de Madrid. En el Barça, el delantero viviría uno de los mejores momentos de su carrera futbolística, cuando en la final de la Copa del Rey de 1983 marcó un gol en el último minuto del partido que daría la victoria a los blaugrana contra el eterno rival: el Real Madrid. Durante sus cinco temporadas en Barcelona, Alonso conquistó una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España y dos Copas de la Liga. Posteriormente regresó al Atlético, debutó en el Logroñés, y finalmente aceptó la oferta de su primer club: el Racing. Ha sido entrenador de varios equipos de primera división. Hoy, es miembro de la Agrupación Barça Jugadores (ABJ)

¿Qué emoción sentiste el día en que debutaste con el Barça?

Es indescriptible. Salir al Camp Nou es una mezcla de muchísimas emociones difíciles de expliclar. Es como una alegría inmensa. 

El mejor momento que recuerdas de tu paso por el Barça es...

Todos. Siempre digo que mis cinco años en Barcelona fueron muy importantes, no sólo por el fútbol: conocí a gente e hice amistades que aún conservo. Tengo un recuerdo maravilloso de aquellos tiempos.

Un partido para olvidar.

La final de la Copa de Europa de 1986. Perdimos por penaltis. Me sentí fatal, estuve tres meses para recuperarme.

¿Cuál era tu actividad preferida durante las concentraciones?

Jugábamos a cartas, a damas, al ajedrez... o mirábamos películas o vídeos juntos. Dependía de si pasábamos la noche o sólo comíamos y jugábamos. Eran momentos de convivencia muy bonitos. Hiciéramos lo que hiciéremos, se trataba de estar juntos.

¿Tenías alguna superstición o manía cuando saltabas al terreno de juego?

Siempre me lavaba las manos antes de salir al campo, tenía esta manía. Supongo que lo hacía porque estaba cagado. Soy supersticioso, pero el único que lo sabía era Julio Alberto. Me decía que estaba loco. 

¿Con qué leyenda del Barça te hubiera gustado hacer unos toques?

Tuve la gran suerte de hacerlos con el mejor que ha habido: Maradona. Solíamos charlar bastante, iba mucho a su cada y él a la mía. Ahora tenemos a Messi, que se le parece, pero Diego ha sido el mejor, con mucha diferencia. 

De todos los objetos de tu época en el Barça, ¿hay alguno que no regalarás nunca?

No soy mucho de guardar cosas: no expongo las copas, mi mujer las tiene guardadas no sé dónde. Pero sí que guardo la camiseta con la que ganamos la Copa del Rey contra el Madrid - la tiene mi hijo en su habitación. 

¿Qué debe mejorar en el mundo del fútbol?

Ha mejorado muchísimo en relación a cuando jugaba yo. Ahora el delantero está muy protegido, en mi época nos daban muchas patadas. Además, hoy en día los entrenadores hacen charlas sobre valores y esfuerzo. Muchas cosas del fútbol se están llevando a las empresas, y creo que esto es bueno: la rutina, el sacrificio... son valores aplicables a la vida privada y profesional.

¿Ya hemos visto el mejor Barça de la historia?

Hemos visto muchos Barças. No se trata de ver el mejor, cada época tiene un Barça y está claro que este equipo es uno de los grandes: hoy, hace cinco años, hace diez y hace veinte, haya quien haya. 

Si no hubieras sido futbolista, ¿qué te hubiera gustado ser?

No lo sé. La verdad es que creo que nací sabiendo lo que quería ser, y tuve la suerte de poder serlo. Jamás me planteé otra cosa. 

El Balón de Oro debería ser para...

Para mí sólo hay uno, que es Messi. Este Balón de Oro y el siguiente y el siguiente. Me parecería bien que todos fueran para él. 

Força Barça
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