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35 años del primer título europeo del Dream Team, la Recopa de Europa

Eusebio Sacristán y Alexanco explican como el vestuario vivió la victoria

El 10 de mayo de 1989, el Barça ganó en Berna (Suiza) la tercera Recopa de Europa después de superar la Sampdoria por 2 a 0 con goles de Salinas y López Rekarte. Fue el primer trofeo de Johan Cruyff en el banquillo azulgrana y el inicio del éxito del “Dream Team”. Una temporada que empezaba con una afición aún marcada por el recuerdo de la decepción en Sevilla y una remodelación profunda de la plantilla. José Ramón Alexanco y Eusebio Sacristán explican a la Agrupación de Jugadores del FC Barcelona como lo vivieron desde dentro.

Primer entrenamiento de la pretemporada 1988-89 del FC Barcelona: Johan Cruyff expone a sus jugadores como quiere que juegue su equipo y Eusebio no puede estar más contento: “caí al suelo… ¡Era exactamente como quería jugar! Jugar en rombo con cuatro centrocampistas”. Alexanco recuerda que “habíamos pasado una época bastante mala”. Sacristán aterrizó aquél verano en Barcelona: “vine procedente del Atlético de Madrid y, al llegar noté como la afición estaba tocada. Los que llegábamos, lo hacíamos con la ilusión de ser campeones. Poco a poco nos se daban cuenta de que se lo pasaban bien viéndonos jugar”. Después de unos años con más decepciones que alegrías, ese juego fresco y combativo hacía las delicias del Camp Nou y del mundo del fútbol. Una revolución que recogió sus frutos en la competición europea.

La Recopa de Europa era el torneo donde exorcizar los fantasmas de Sevilla, como destacaba el entonces capitán, Alexanco, en la previa de la final: “Aún recuerdo los ojos, llorosos, de muchos niños volviendo de Sevilla. Eso no sucederá aquí, no tiene que pasar; aquí ganaremos y el viaje de vuelta será el más feliz en los últimos diez años”. Las ideas del holandés también calaban entre los jugadores: “Escuchar a Cruyff nos hacía sentir tranquilos, en las finales siempre transmitía calma y seguridad” – explica Sacristán.

Una vez sobre el césped del ahora extinto estadio Wankdorf, Julio Salinas con un remate cruzado de cabeza y López Rekarte con un contrataque letal consiguieron que el Barça sentenciase la final con convicción. El capitán Alexanco recuerda como “ofrecer la Recopa al aficionado y socio fue una gran alegría”. Eusebio sabe que “en aquél momento los barceloneses se empezaron a ilusionar. Ya en el 92 paralizaron la ciudad. […] A todos nos ha quedado marcada la Champions, pero también le damos valor a un grupo de chicos jóvenes que ganamos una competición europea tan sólo llegar al Club”. 

 

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